domingo, 3 de abril de 2011

LIDERAZGO EDUCATIVO LIDERAZGO PARTICIPATIVO: Un estilo de gerencia eficaz para el cambio y calidad en educación.

UNIVERSIDAD FERMÍN TORO
DECANATO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

(UFT). Antonio R. Urbina

LIDERAZGO EDUCATIVO LIDERAZGO PARTICIPATIVO: Un estilo de gerencia eficaz para el cambio y calidad en educación.
            A partir de la década de los noventa, aproximadamente, las instituciones educativas (en el ámbito nacional, por el caso que nos ocupa) son objeto de un proceso de cambio en innovación constantes. En consecuencia, las mencionadas instituciones no pueden ser conducidas sin que sus superiores elaboren planes para su dirección. Estos planes se han ido perfeccionando, en respuesta a las necesidades y, además, al desarrollo que ha ido alcanzando la teoría de la dirección.  La alta gerencia educativa, hoy día, tiene planteada, en el norte de sus principales metas, la interrogante marco en su función de dirección: ¿Cómo dirigir y administrar con eficiencia?
            A la institución educativa (en todos los niveles del sistema) no le basta con ser eficiente, debe además ser eficaz. Ambas categorías son necesarias y complementarias y hoy se necesita, además, manejar criterios de calidad para que la institución responda a los requerimientos que satisfagan, fundamentalmente, a la comunidad de su entorno, estando muy a tono con los criterios de pertinencia social. La función de la organización hoy día, debe cumplir con actividades “extra muros”, no solo para la proyección institucional sino que, más allá, para el involucramiento en la dinámica social de su entorno. En las directrices planteadas  y aprobadas en las Cumbres de los países iberoamericanos, en las declaraciones de la UNESCO, a través de la Oficina Regional para la Educación de los países de América Latina y el Caribe, se enfatiza en destacar los nuevos roles de los sistemas educativos; Cómo la institución debe ampliar sus vínculos con la comunidad, la necesidad de que los estudiantes se formen como ciudadanos más plenos, que estén preparados para el dialogo y que se desarrollen en ellos valores propios de una comunidad democrática, equitativa y justa.
            Los requerimientos sociales en materia educativa demandan, de acuerdo al esquema situacional planteado, instituciones lideres, susceptible de logro solo si son dirigidas también por líderes, cuya influencia vaya mas allá del logro de metas; es decir, un liderazgo orientado, por encima de los resultados esperados, al reconocimiento y valoración con los más elevados criterios de justicia y equidad, de la participación de todos los miembros en el logro de los resultados. Se necesita entonces lideres que no solo influyan en los demás para lograr los cambios institucionales (organizacionales) previstos y esperados, sino que amplíen las oportunidades de participación de todos los miembros, generando en estos un sentimiento de pertenecía y compromiso sostenible y de largo plazo, motivados por una percepción personal de importancia, incentivada por el conocimiento de una nueva forma de hacer las cosas, no una obediencia de corto plazo, característica de los enfoques de liderazgo de participación mínima y de arriba-abajo.
            Estos cambios, ciertamente, son susceptibles de logro solo si se transforman los estilos y las formas de dirección, orientados por la concepción de la gerencia efectiva como labor gravitante en todas las manifestaciones de conducción de las instituciones educativas en los diferentes niveles. Luego, el gerenciamiento eficaz es la clave, y la vía mas expedita para lograrlo es la del liderazgo participativo.

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