domingo, 3 de abril de 2011

LIDERAZGO EDUCATIVO LIDERAZGO PARTICIPATIVO: Un estilo de gerencia eficaz para el cambio y calidad en educación.

UNIVERSIDAD FERMÍN TORO
DECANATO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

(UFT). Antonio R. Urbina

LIDERAZGO EDUCATIVO LIDERAZGO PARTICIPATIVO: Un estilo de gerencia eficaz para el cambio y calidad en educación.
            A partir de la década de los noventa, aproximadamente, las instituciones educativas (en el ámbito nacional, por el caso que nos ocupa) son objeto de un proceso de cambio en innovación constantes. En consecuencia, las mencionadas instituciones no pueden ser conducidas sin que sus superiores elaboren planes para su dirección. Estos planes se han ido perfeccionando, en respuesta a las necesidades y, además, al desarrollo que ha ido alcanzando la teoría de la dirección.  La alta gerencia educativa, hoy día, tiene planteada, en el norte de sus principales metas, la interrogante marco en su función de dirección: ¿Cómo dirigir y administrar con eficiencia?
            A la institución educativa (en todos los niveles del sistema) no le basta con ser eficiente, debe además ser eficaz. Ambas categorías son necesarias y complementarias y hoy se necesita, además, manejar criterios de calidad para que la institución responda a los requerimientos que satisfagan, fundamentalmente, a la comunidad de su entorno, estando muy a tono con los criterios de pertinencia social. La función de la organización hoy día, debe cumplir con actividades “extra muros”, no solo para la proyección institucional sino que, más allá, para el involucramiento en la dinámica social de su entorno. En las directrices planteadas  y aprobadas en las Cumbres de los países iberoamericanos, en las declaraciones de la UNESCO, a través de la Oficina Regional para la Educación de los países de América Latina y el Caribe, se enfatiza en destacar los nuevos roles de los sistemas educativos; Cómo la institución debe ampliar sus vínculos con la comunidad, la necesidad de que los estudiantes se formen como ciudadanos más plenos, que estén preparados para el dialogo y que se desarrollen en ellos valores propios de una comunidad democrática, equitativa y justa.
            Los requerimientos sociales en materia educativa demandan, de acuerdo al esquema situacional planteado, instituciones lideres, susceptible de logro solo si son dirigidas también por líderes, cuya influencia vaya mas allá del logro de metas; es decir, un liderazgo orientado, por encima de los resultados esperados, al reconocimiento y valoración con los más elevados criterios de justicia y equidad, de la participación de todos los miembros en el logro de los resultados. Se necesita entonces lideres que no solo influyan en los demás para lograr los cambios institucionales (organizacionales) previstos y esperados, sino que amplíen las oportunidades de participación de todos los miembros, generando en estos un sentimiento de pertenecía y compromiso sostenible y de largo plazo, motivados por una percepción personal de importancia, incentivada por el conocimiento de una nueva forma de hacer las cosas, no una obediencia de corto plazo, característica de los enfoques de liderazgo de participación mínima y de arriba-abajo.
            Estos cambios, ciertamente, son susceptibles de logro solo si se transforman los estilos y las formas de dirección, orientados por la concepción de la gerencia efectiva como labor gravitante en todas las manifestaciones de conducción de las instituciones educativas en los diferentes niveles. Luego, el gerenciamiento eficaz es la clave, y la vía mas expedita para lograrlo es la del liderazgo participativo.

El “maestro” y su poder en el aula vs el “maestro” y su liderazgo en el aula.

El “maestro” y su poder en el aula vs el “maestro” y su liderazgo en el aula.
Manuel Chacón
C.I: 4219290
Grupo los visionarios.

“Maestro”, es el más alto honor que un docente puede recibir, usted lo podrá definir de distintas maneras y, diferir de mí, eso es valedero y lo respeto. Pero cuando me refiero a este “maestro” como líder, inicia mi angustia, al no saber con cuál de ellos me toparé. Tal vez uno que, valiéndose de su posición, impuesto por “alguien”, y posiblemente, precedido por la asignación de “otro” que lo coloco en ese pedestal para ejercer dominio jerárquico. o me tropiece, con un abnegado ser humano, que derrama todo su ser por complacer a todas las partes pero sin autoridad alguna, quizás, existe otra posibilidad, la de alguien que a pesar de tener el poder posicional, ejerza autoridad verdadera, que inspire a otros a seguir la tortuosa vereda por donde él transita, a pesar de poder ser vista de manera inapropiada, hasta lograr el objetivo propuesto y, de escarmiento, que se apropie de nuestra absoluta, confianza y cambia nuestra inicial manera de comportamiento y  pensamiento anterior.
Un maestro autoritario, al ejercer lo que él considera un halo de poder, podrá llegar hacer líder, pero no lo es en ese momento, puesto que sus metas se distorsionan ya que. Está orientado a su tarea y a la acción ejerciendo su poder conforme la procedencia que lo ha catapultado hasta donde se desempeñe en determinada actividad instruccional, pudiendo valerse de su carisma, de sus conocimiento y de la mismísima posición que ocupa, esto conduce, al fracaso, pero también es posible que triunfe haciendo lo incorrecto, como producto de su poder. Al final será un jefe, no un líder y entre ambos existen diferencias sutiles pero determinantes.
Algunos ejemplos, podrán ilustra lo antes expresado:
 El jefe llega a tiempo, existe por autoridad, y la considera un privilegio, inspira temor, sabe realizar su tarea, trata a las personas como fichas.
El líder; existe por “buena” voluntad, considera la autoridad una oportunidad de servicio, inspira confianza, sus seguidores están dispuesto a seguirlo en todo momento, las personas son sus semejantes.
Más allá de todas esta consideraciones, el texto leído, no solo inspira, sino que tiene lecciones inagotables las cuales tratare de resumir de manera breve y didáctica, por si algún “maestro” pudiera tener la tendencia a transitar el camino fácil y no la lucha constante de líder de aula que cada uno debe ser.
Esto me permite afirmar que existen varios tipos de “maestros”.
El maestro mediocre, que sus actividades no son más que un relato; el maestro competente, que solo se dedica a explicar; el maestro superior, ese que solo trata de demostrar que sabe mucho; pero exite otro tipo de “maestro es “maestro-líder” que es capaz de inspirar aún con todo en su contra, el siempre consigue el azimut de él y el de sus seguidores, esos son los que necesitamos, por lo cual debe y tiene que tener y consolidar algunas características: debe tener un testimonio real de vida de una relación personal con Dios a través de la intimidad y comunión con él; debe tener una certeza inamovible de lo que va a realizar; debe tener una integridad incuestionable, un líder debe y tiene que ser irreprensible en sus actos; debe tener una capacidad innegable, saber lo que expone, muchos maestros van a sus aulas sin preparación, razón por la cual muchos estrados permanecen vacios a pesar de existir multitudes a su alrededor, debe, ejercer su autoridad con propiedad, que no quepa la menor duda de su justo proceder, aunque pueda causar disgusto y escozor a los escasos de cumplimiento de lo pre-establecido<, debe ser capaz de rendir cuentas, a Dios  a él mismo y a los demás , eso genera respeto; debe tener estrategias inequívocas, no puede ser un improvisado, no significando con ello que no existirán momentos en los cuales le tocara hacerlo, esa será la excepción; además debe tener una lealtad inamovible, la deslealtad será tal vez su peor debilidad. Ser líder es un compromiso; no solo un s decisión.

AUTORIDAD

UNIVERSIDAD FERMÍN TORO
VICE-RECTORADO ACADÉMICO
                         DECANATO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN













AUTORIDAD






















                                                                       Presentado por:
                                                                       MSc. Rosibel  Parra
                                                                       C.I 13.064.194
La palabra autoridad viene del latín auctoritas, que significa poder,  potestad,  legitimidad o  facultad. La autoridad también es el prestigio ganado por una persona u organización gracias a su calidad o a la competencia de cierta materia,  sin obediencia no existe la autoridad.
Desde la perspectiva cristiana, se entiende como una determinación en la naturaleza social humana y como un principio bíblico, en cuanto delegación establecida por Dios; incluso como el derecho delegado para la investidura del pastor e indispensable para una organización eclesial pero requiriendo normas y leyes, que permiten a un líder dar una orden adecuada  y se dé un funcionamiento correcto del lugar donde ejerce su autoridad.
El sentido que Cristo le da a la autoridad queda bien claro en los siguientes versículos del Evangelio: "Sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. No será así entre vosotros, sino que el que quiera ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro esclavo; de la misma manera que el Hijo del Hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos"(Mt. 20, 25-27). Es así como  Cristo define su autoridad en términos de servicio y no de mando.
                 En forma general la autoridad presupone la posibilidad de ejercer la fuerza para imponer determinado criterio. Para algunos muy ligada al magement y al liderazgo, para otros está vinculada a procesos de alienación; la cuestión es que la autoridad es una de las variables que más emparentada se encuentra con la imitación.
                  Por otra parte, la noción de autoridad ha sido tratada en filosofía y en sociología, en particular por Max Weber y Alexandre Kojève. Weber usa los términos dominación "tradicional", "carismática" y "racional", acorde con los tres tipos de acción social. La primera es aquella que se da junto con la naturaleza sagrada de las tradiciones religiosas. La segunda hace referencia a la adquisición de unas atribuciones especiales por parte de un sujeto particular y que lo distinguen del resto. En último lugar se encuentra la dominación "racional", conocida también "legal-racional", apunta propiamente a la legitimidad fundada en el Estado moderno, basada en procedimientos normativos formales y estatutarios. Uno de los errores de muchos científicos sociales que se dedican a la investigación de la empresa es focalizar en la autoridad racional como su objeto de estudio, mientras que dejan de lado las otras dos tipologías.
            En este orden de ideas, Kòjeve, A. (2006), afirma que el uso de la fuerza o la violencia para la obtención de la obediencia, implica la ausencia de autoridad. Respecto a las situaciones educativas, el mismo autor ubica la autoridad del maestro dentro de la explicación aristotélica ya que su principio de legitimación es la sabiduría; y distingue la autoridad total de la selectiva. La primera se verifica cuando en todos sus actos encuentra aceptación y nunca provoca resistencia ni aún en forma de duda; mientras que la autoridad relativa se recorta según la magnitud de su alcance, el número de todos los actos y los que provocan su aceptación.
Desde el punto de vista  educativo, se podría entonces brindar una interpretación del término  autoridad desde la pedagogía, es decir, desde la relación práctica y reflexiva entre alumnos y profesores que se construye en una situación escolar de enseñanza y aprendizaje, por lo cual es necesario subrayar que la autoridad no es un atributo personal, sino un tipo especial de interacción por el cual se coordinan profesores y alumnos en el contexto aula,  ello significa que la autoridad es una realidad que emerge sólo en la interacción social.  
En este sentido, la autoridad pedagógica es un tipo de autoridad selectiva y relativa;  según su génesis, se trata de una autoridad condicionada y transmitida por elección o nominación. Justamente es en la transmisión donde se destaca el proceso de  construcción, para dar ingreso a los procesos que se involucran en el interjuego temporal del pasado, presente y futuro, en el marco de la confluencia entre lo individual y lo colectivo.
Actualmente, el escenario escolar es altamente heterogéneo; los estudiantes presentan diversas aspiraciones educacionales, distintos valores socioculturales y disímiles formas de aproximarse a la escolarización. Desde esta situación, la acción pedagógica de los profesores reconocidos y valorados por sus estudiantes se caracteriza por buscar planificadamente vincular a todos los estudiantes con el saber.  La autoridad del profesor se manifiesta cuando logra ser el referente y el contenedor de la vinculación entre los alumnos y el conocimiento.
De esta manera, la autoridad pedagógica no se reduce a meras vinculaciones interpersonales sino implica una mediación hacia el saber y una orientación hacia el aprendizaje de todos los participantes. Esta vinculación aporta herramientas y estructuras al estudiante para su desarrollo autónomo en dimensiones cognitivas, afectivas y sociales. Considerando este aspecto, se puede decir que la autoridad es, por una parte, vinculación con el saber, y por otra, desvinculación (autonomía) con la persona del profesor. El profesor con autoridad es el que proporciona condiciones para que sus estudiantes dejen de depender de él y sean autónomos en el aprendizaje; en consecuencia los docentes debemos ejercer una plena autoridad en nuestro quehacer diario ya que de ella dependerá el avance y transformación del Sistema Educativo venezolano.
           


“Obedeced más a los que enseñan que a los que mandan”.
San Agustín






















REFERENCIAS    BIBLIOGRÁFICAS


TENTI FANFANI, Emilio.(2006) “Viejas y nuevas formas de autoridad docente” www.revistatodavía.com.ar

BATALLAN, Graciela. (2003) “ El poder y la autoridad en la escuela”  Revista Mexicana de Investigación Educativa. Volumen 8 Nro 19.- (Pag. 684)

TASSIN, Ètien. (2002) “Poder, autoridad, violencia y acción política (la crítica arendtiana de la dominación)” En el libro: Frigerio, G (Comp) “Educar: rasgos filosóficos para una identidad”.Edit. Santillana. (Pag. 151)

Guillot, G. (2006). La autoridad en la educación. Madrid, España: Proa.       

Kòjeve, A. (2006). “La noción de autoridad”. Edic. Nueva Visión.- Bs. Aires.

Zamora, G. y A. M. Zerón (2006). Autoridad pedagógica. Un análisis desde la perspectiva de los estudiantes de enseñanza media. Boletín de Investigación Educacional N° 24, Vol. 2 (en prensa). 

EL GERENTE EDUCATIVO Y SU INFLUENCIA EN EL COMPORTAMIENTO ORGANIZACIONAL


                                             
UNIVERSIDAD FERMÍN TORO
VICE-RECTORADO ACADÉMICO
DECANATO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO















EL GERENTE EDUCATIVO Y SU INFLUENCIA EN EL COMPORTAMIENTO ORGANIZACIONAL









                                                                                      


                                                                                    Autora:
                                                                                               Arelys Vargas
                                                                                             CI: 14.731.091
                                                                                     Grupo: 3

Doctor: Eustiquio Aponte

Cabudare; Abril 2011.



 EL GERENTE EDUCATIVO Y SU INFLUENCIA EN EL COMPORTAMIENTO ORGANIZACIONAL

INTRODUCCIÓN

Siendo la educación la fuente principal de experiencias que prepara para el quehacer científico y tecnológico, actualmente se ha venido planteando la función de los directores desde el punto de vista de la gerencia educativa, la cual enfatiza  en la necesidad de gerenciar con eficiencia y eficacia  a través del recurso humano, es decir ser responsable del trabajo de otros; por lo que se hace imprescindible desarrollar un proceso comunicacional asertivo que haga viable la convivencia en la organización escolar.
Desde este punto de vista, la comunicación organizacional se entiende, según Collado (2003) como un conjunto de técnicas y actividades encaminadas a facilitar y agilizar el flujo de mensajes que se dan entre los miembros de la organización, entre la organización y su medio; o bien, influir en las opiniones, aptitudes y conductas de los públicos internos y externos de la organización, todo ello con el fin de que ésta última cumpla mejor y más rápido los objetivos.
Estos criterios permiten sostener que la comunicación y el liderazgo educativo, es el factor clave para el desempeño gerencial del directivo, por  tanto éste debe velar  porque las relaciones de trabajo se desenvuelvan en un ambiente comunicacional de sinceridad, de escucha y de circulación de la información. Sin embargo es muy frecuente encontrar en las instituciones educativas, una comunicación netamente vertical y directa del gerente a sus subalternos,  información parcelada, y muy poca comunicación ascendente, lo cual genera un clima laboral insatisfactorio entre los docentes que conlleva a la falta de compromiso con la institución.
Al respecto,  este comportamiento organizacional, en algunos gerentes tiene mucho que ver con el paradigma,  ya que estos,  son patrones psicológicos que nos orientan en la vida y son muy útiles si hacemos uso apropiado de ellos, pero también pueden, si estos son antiguos u obsoletos, paralizarnos mientras el mundo avanza. Al filtrar la información nueva, nos impiden ver lo que no encaja con nuestros modelos. Por lo tanto, es importante que reconsideremos continuamente nuestras creencias y paradigmas para poder adaptarnos a las condiciones cambiantes del medio. Allí es donde surge el problema, porque a la gente le cuesta mucho cambiar. La suma de las actitudes individuales de las personas que laboran en una organización, y, que a través de ellos, se define la cultura organizacional de la misma.
El  comportamiento es difícil de delimitarlo, sin embargo, poseen características muy bien definidas entre uno y otro, es importante analizar el desempeño del gerente en el manejo del comportamiento organizacional en instituciones educativas, ya que poseen valores ideológicos, institucionales, actitudinales y rituales, sustentando su crecimiento y evolución en la habilidad motivadora del gerente educativo como líder, ya que conoce las necesidades y encausa las motivaciones de sus integrantes, en esta última prevé y corrige sus desviaciones; tomando en cuenta aquellas personas que no son compatibles con la institución, durante este proceso se van desarrollando habilidades y pericias tanto a nivel personal como de equipos de trabajo, generando una vinculación y competitividad entre ellos, lo que facilita la eficiencia en la toma de decisiones y una unidad de identidad a la institución.
Esta nueva epistemología permitirá promover una acción directiva dotada de sentido social donde se integra dialécticamente el plano teórico – filosófico y el plano técnico para lograr la calidad de la gestión educativa.  Asimismo considerará la existencia de problemas imprevistos durante la planeación con su equipo de trabajo, lo que conlleva a efectuar cambios en las estrategias motivacionales las cuales deben basarse en creencias positivas y constructivas, tanto para él, sus compañeros de equipo y la institución que integra.
Así, una vez que los objetivos sean determinados por la organización, los medios serán presentados como planes que determinan el curso de la organización y ayudan a proveer una base sustentable para la obtención al logro. De tal manera, que el gerente educativo debe crear la estructura de funciones y la división de trabajo, considerando el factor humano como eje central del proceso gerencial, siempre evaluando cualitativa y cuantitativamente la ejecución de los planes establecidos, y que a la vez, le sirvan de comparación para determinar si es necesario tomar acciones correctivas que encausen la ejecución en línea con las normas establecidas para tal efecto.



            REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS


Collado, C.  (2003). Comunicación Organizacional. “Primera Edición. Editorial Diana. México.

Ivancevich J, Konopask R, y Matteson  M, (2006), Comportamiento Organizacional. Séptima Edición Editorial Mc. Graw Hill.

James C, Hunter  (2001), La Paradoja. Un relato sobre la verdadera esencia del liderazgo. 7ª edición.




LOS CAMBIOS PARADIGMATICOS EN EL ESCENARIO EDUCATIVO

UNIVERSIDAD FERMÍN TORO
DECANATO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
LIDERAZGO EDUCATIVO


Msc. Elsy Rojas
Correo electrónico: elraye167@hotmail.com
Docente: Eustiquio Aponte

LOS CAMBIOS PARADIGMATICOS EN EL ESCENARIO EDUCATIVO
            Cuando se experimenta el cambio en la sociedad, pareciera que estamos ante un proceso continuo y gradual. Pero si nos situamos en una perspectiva más abstracta para representar el cambio, se podría decir que en otra escala el cambio deja de ser continuo y gradual y para a ser un cambio cualitativo. Esto también es denominado como un cambio paradigmático.

            Es importante mencionar el significado del concepto de paradigma que dentro de la estructura de las revoluciones científicas. Thomas Khum  (1962) caracteriza al paradigma como el conjunto de ideas que facilitan la comunidad. En el caso del escenario educativo, esta comunidad esta conformada por educadores. Este conjunto de ideas también puede ser percibido como una “matriz disciplinaria” que determina el funcionamiento cognoscitivo de nuestra comunidad de educadores.

            Lo que se pretende con este artículo es dar a conocer de alguna forma  como esos cambios paradigmáticos afecta al escenario educativo, por que a pesar del cuestionamiento sobre la vigencia del paradigma de la modernidad en el ámbito científico y educativo, estos aún conservan vigencia en la actualidad se podría decir que en muchos casos, casi de manera exclusiva.


            Dentro de los cambios paradigmáticos se encuentran: el plano organizacional. Este cambio  se trata de la forma de representar el entorno o el contexto donde se encuentra inmerso el sistema educativo y las escuelas, es decir que estamos cambiando desde un contexto técnico, lineal y se quiere racional (rígido, abstracto, determinado, seguro, homogenio, unidimensional y objetivo) a un contexto holístico no lineal y emotivo ( concreto, indeterminado, incierto, flexible. Multidimensional y subjetivo), la otra se refiere a la transformación en el plano cognitivo, este se refiere al cambio de todos los componentes de la matriz de disciplina, situado en el nivel de aprendizaje, curricular y de la evaluación. Se pasa de un matriz disciplinar denominada  conductista a otra denominada constructivista.

            De lo anterior podría decir, que la diferencia fundamental de una visión a otra es que el conductivismo niega los proceso mentales y en consecuencia no los considera, mientras que el constructivista no solo incluye los proceso mentales, sino que se fundamenta en ellos , a partir de allí se puede notar la marcada diferencia que existe entre uno y otro, en lo que se refiere a la educación se puede distinguir diferencias en tres ámbitos como lo son: la teoría del aprendizaje, en el currículo y en la evaluación.

            La teoría del aprendizaje del constructivismo la relación que tiene el objeto con el aprendizaje es distinta, ya que en este enfoque el pensamiento y el aprendizaje son fenómenos que ocurren en la mente de los alumnos, es por ello, que en el constructivismo, la preocupación se orienta a dilucidar la dinámica del proceso de la construcción del conocimiento, a como esta dinámica se ve afectada por las nuevas informaciones, y aclarar las condiciones entre lo preexistente y lo nuevo, condiciones que pueden favorecer u obstaculizar los nuevos conocimientos, aquí la manera de saber si se adquiere alguna debilidad es a través de la capacidad de analizar, configurar y representar los problemas y no como en el conductivismo que es la prueba que refleja la acumulación de nuevas informaciones.


Por otra parte el currículo refleja el conjunto de conocimientos y por supuesto las actividades organizadas con una intención educativa. Donde va hacer diferente de acuerdo a la concepción del ser humano, las teorías de cómo estos seres aprenden y las finalidades que persigue el contexto educativo. En esta perspectiva conductista difiere de la constructivista, ya que el proceso conductista refleja la visión de la teoría mecanicista tradicional del aprendizaje. Donde se refleja la relación profesor/contenidos curriculares/alumnos, este es visto como un proceso comunicacional lineal, mientras que por otro lado tenemos el proceso constructivista que ve al aprendizaje como la interacción de influencias reciprocas entre contenidos, profesor y alumnos  (Coll 2000).
           
En lo que se refiere a la evaluación se ha venido transformando en una de las políticas educativas de mayor impacto, de allí que hay que situarla emitiendo los puntos anteriores, en lo que respeta a la teoría del aprendizaje  de inspiración conductista, cada unidad de enseñanza tiene un objetivo de aprendizaje, y cada objetivo instruccional corresponde a una prueba donde tenga correspondencia con el objetivo instruccional y esta destinado a ser medido de acuerdo a la respuesta correcta o la destreza especifica. Esta prueba se ha llamado de tipo objetiva, pues mide el objetivo educativo sin que participen los elementos subjetivos.

            Por otra parte cuando nos referimos a una visión constructivista, la evaluación tiene un sentido totalmente distinto. Por que aquí la teoría del aprendizaje que esta dentro del constructivismo se centra en los procesos mentales de los alumnos que incorporan contenidos social y culturalmente determinados.






Conclusión

Para concluir, se puede decir que si reconocemos la existencia de la transformación de paradigmas podemos comprender los procesos como ocurrencias que tienen sus referentes en uno y otro paradigma, si podemos reconocer que estos paradigmas representan versiones distintas de lo que queremos que sea el futuro de nuestras sociedad, entonces estamos ante grandes desafíos .

En lo que se refiere a los cambios paradigmáticos en el entorno educativo es importante la participación de los nuevos planificadores educacionales, son ellos los que deben realizar esfuerzos en cambiar la forma de pensar de los docentes, insistiendo de una u otra forma en que aprendan a utilizar el cuadrante “C” del cerebro, es decir que se transformen en verdaderos lideres del cambio y piensen en forma: emocional, interpersonal, sentimental y Kinéstesico.

Me atrevo afirmar que sin lugar a duda los programas orientados a la capacitación y desarrollo tienen que ver fundamentalmente con el logro de un cambio individual a través del aprendizaje. Se requiere de un aprendizaje inteligente para que pueda existir un cambio en el entorno educativo venezolana, por tal motivo es decisivo que los expertos  que están pensando en los cambios necesarios dentro del ámbito educativo, tengan y apliquen una buena comprensión del aprendizaje individual en los docentes si lo que se persigue es estimular en forma efectiva esos cambios.






BIBLIOGRAFIA

COLL, Cesar, (2000). Constructivismo y educación: la concepción constructivista la enseñanza y el aprendizaje.

KHUN, Thomas, (1962). La estructura de las revoluciones científicas. México: Fondo de Cultura Económica.